La fresa silvestre es originaria de Europa, concretamente de la región de los Alpes. Parece que la fresa comenzó a ser cultivada en Francia en el siglo XV, y algo más tarde (siglo XVIII) en España. Fueron los españoles, portugueses e ingleses los que la expandieron por toda Europa y América, llegando incluso a algunas zonas de Asia. Antiguamente los europeos conocían la especie Fragaria vesca; pero durante la colonización, los españoles descubrieron en Chile una especie, la Fragaria chiloensis. De estas dos se obtuvo una mejor, el fresón, más sabroso y resistente. Según las variedades, los fresales florecen desde finales del invierno hasta principios del verano, por lo que los frutos maduran durante toda la primavera y bien entrado el verano;
Las especies silvestres suelen reproducirse por semillas, pero las variedades cultivadas pueden propagarse también por esquejes. La polinización es favorecida por el viento y los insectos, particularmente las abejas. La reproducción, incluidas las épocas de florecimiento y producción de frutos, varían de acuerdo con la especie.
Fragaria vesca es una fresa silvestre que a finales de primavera produce unas flores blancas y posteriormente el receptáculo se vuelve rojo. Fragaria x ananassa, la especie de cultivo, produce flores hermafroditas que se autofecundan. Los frutos o receptáculos crecen en la primavera o el otoño, y maduran unas 3-6 semanas después de la polinización. La fresa de huerto, resultado del cruce entre Fragaria chiloensis y Fragaria virginiana, tiene algunas variedades comerciales como “Chandler”, “Fairfax”. “Earliglow” y “Ogallala”

La frutilla chilena, fresa chilena o frutilla blanca (Fragaria chiloensis), frutilla de arena, frutilla de la costa de Chiloé o frutilla silvestre es una planta de crecimiento postrado, que coloniza el terreno extendiendo sus estolones (tallos rastreros). Sus tallos son de color rojizo, y están cubiertos de pelos cortos; sus hojas son de un color verde brillante, y tienen tres foliolos; sus flores tienen entre 5 y 15 pétalos, según la subespecie. La parte comestible es un eterio de color blanco, rosado o rojo. Está formada por un engrosamiento de la base de la flor, sobre la que se distribuyen "pepitas", que no son semillas, sino pequeños frutos secos (aquenios). Ese eterio, a efectos gastronómicos, es un pequeño fruto de piel muy delgada y pálida, la cual al madurar tiende a tomar un color rosado muy tenue, conservando el color blanco en su interior, junto a un perfume fino, herbáceo, que lo hace muy agradable y delicada en boca.
Habita a lo largo de la costa chilena y en la Patagonia; en Chile crece desde la región del Maule hasta la región de Aysén, incluyendo el archipiélago de Chiloé, se distribuye desde el nivel del mar hasta los 1850 m de altitud, en sitios de clima templado mediterráneo y marítimo lluvioso, aunque también se adapta a otros climas