Evidentemente, la planta se cultiva por su “fruto” comestible, con un sabor que varía en función de la especie y la variedad. Las fresas de huerto o jardín tienen un sabor ligeramente ácido y dulce; son ingrediente de helados, tartas y otros postres y con ellas se elabora una mermelada muy consumida. También se agregan a varias ensaladas y platillos, y pueden preparase en zumos o consumirse simplemente frescas. Fermentadas se convierten en un licor o un vino y con las hojas se preparan tés herbales.
La hierba se usa como remedio casero por sus propiedades astringentes, tónicas y refrescantes. Debido a sus leves efectos laxantes y diuréticos se le usa para mejorar la digestión y tratar la gota y la diarrea. Aplicada en la piel es útil para tratar las quemaduras solares y las manchas. La “fruta” es rica en vitamina C, potasio, fibra y calcio, y en contraste, baja en calorías. Particularmente, Fragaria x ananassa es alta en antioxidantes y radicales libres, por lo que tiene varios beneficios para la salud humana. Grandes productores de fresas son Estados Unidos, Turquía, España, Egipto, México y Corea.
